Macarena y Horacio viven con sus gatos Yoshimi y Lorenzo en un departamento de Villa Crespo que funciona, además, como sede de su feria de ropa vintage y como galería de arte. Entonces en su living conviven los muebles que tiene cualquier casa con cinco percheros permanentes, con la circulación de obras de nuevos artistas plásticos a los que ellos prestan sus paredes y, claro, con la visita de gran cantidad de gente los fines de semana. Por eso, el paisaje se renueva constantemente y con ello la energía de la casa. Y los chicos se adaptan contentos.
Gracias a ser buscadores de tesoros, recorren la ciudad y alrededores topándose con objetos olvidados o descartados por sus dueños y los rescatan. Es así como en una tarde de turismo por tiendas top secret, pueden volver cargando una bolsa llena de ropa y otra con un lote de animalitos de plástico.
Picadito:
*Hay mensajes sorpresa en rincones cualquiera hechos con la rotuladora clásica.
*Uno de los ambientes es exclusivo de Horacio. En ese escritorito de oficina con bandera y todo inventa cosas (top secret también) y lee ejemplares de su biblioteca revolucionaria.
*En la cocina (con azulejos que podrían haber elegido ellos tranquilamente) hay un despliegue de artículos de bazar sin desperdicio y una heladera copante a cargo de Axtor, amigo de la casa.
Fotos: María Tórtora