todo Si existiera

Casas que visitaríamos si fueran de verdad.

Si existiera: La casa de Etheline, Chas, Margot y Richie

De la película The Royal Tenenbaums. La mansión victoriana y ecléctica de los Tenenbaum fue el hogar de Etheline y sus tres hijos, donde cada uno decoró su habitación –un pequeño mundo– según sus caprichos y pasatiempos del momento. Años después, la familia se reúne en la misma casa, que sigue intacta. Los ambientes de colores estridentes, colmados con portarretratos, cuadros y elementos decorativos inesperados, que alguna vez fueron tan excéntricos como sus habitantes, hoy son una fuente inagotable de inspiración. En este caso, las partes son más que el todo. Codiciamos: el empapelado con cebras, la biblioteca con rótulos, las paredes color salmón y por lo menos una silla de terciopelo rojo. Cabe mencionar: el arte infantil enmarcado como obras clásicas o barrocas, los hobbies representados en la ambientación (trofeos, barra de ballet) y la superposición de alfombras.

Si existiera: La casa de Alice

De la película How to be Single. Cuando Alice decidió mudarse a una gran ciudad, dio con el mejor monoambiente posible: metros bien aprovechados y las divisiones adecuadas, algunas físicas y otras imaginarias.   Si bien mucho de lo que vemos en el departamento de Alice parece heredado de un inquilino anterior o del propietario –el empapelado de flores del hall de entrada, los colores de la pintura, el revestimiento de la cocina y el mueble negro que bordea el living a la altura de las rodillas– lo más notable es lo que Alice logra hacer con esa materia prima, cómo se las ingenia para apropiarse de eso y convertir una mezcla loca en un estilo propio. Las repisas de abajo de las ventanas están convertidas en sillones y abajo tienen espacio de guardado, donde Alice puso sus vinilos. En las ventanas hay estantes con macetas, una idea beneficiosa tanto para Alice como para sus plantas. El desnivel entre el living-comedor-escritorio y la habitación genera un corte necesario, no solo en el uso de cada parte …

Si existiera: La casa de Joanna y Michael

De la película Last Night. Joanna y Michael comparten un dos ambientes casi loftesco de dimensiones extraordinarias. Bien por Joanna, una escritora freelance que trabaja en pijama desde su casa y se anima a vivirla.   La consigna en este departamento parece ser una sola: todo a la vista. Libros, revistas, especias, huevos, pan, vajilla, utensilios de cocina, toallas. No hay alacenas en la cocina, los vasos y tazas están en estantes de vidrio. En el pasillo, las toallas están prolijamente dobladas en estantes que no tienen puertas. Considerando la escueta paleta de colores sepia, los objetos “sueltos” son una buena forma de cortar con la seriedad. La fórmula para lograr un factor hogareño y agregar calidez también incluye vivir o adueñarse de cada rincón, como hace Joanna cuando se sienta a fumar en bata en el alféizar de la ventana de la cocina o cuando deja pilitas de libros por toda la casa. Un nivel moderado de desorden o relajo también aporta una dosis de decoración. Codiciamos: la cocina en su totalidad, pero especialmente …