Interiores / 11 octubre 2012

Interiores #100: Casita

Mica se había cansado de alquilar. Pero también sabía que comprar una casa para vivir con su hija Oderay era un sueño lejano y borroso. Durante una sobremesa familiar, luego de cálculos, risas, reclamos, y quizás alguna copa de más, nació una idea: construir la casa propia, con sus manos, en un terreno al fondo de la casa del Chino (su papá), quién también dirigiría el proyecto. Cualquiera hubiera dicho que después del postre, reirían sólo de haberlo considerado. Pero no, y hasta doblaron la apuesta con reglas imposibles: un presupuesto mínimo, el uso exclusivo de materiales reciclados y sólo mano de obra amiga, gratuita.

Hicieron los planos e inauguraron las jornadas de construcción y asado. Muchas manos colaboradoras siguiendo las indicaciones del Chino, que no es ni albañil, ni arquitecto, ni maestro mayor de obras. «Es habilidoso», dice Mica. Y tremendamente generoso. Finalmente, después de años de trabajo sin pausa, se mudaron a la casita. Para ese entonces eran más de dos: Pedro se sumó a la aventura y abandonó su vida en Rio de Janeiro para compartir esta nueva con ellas. Adoptaron a Bomba Loca y Cocoliso Wanderers, y siguen planificando los siguientes pasos con la misma determinación con que hicieron los primeros pozos. {Todo lo que pasó desde esa sobremesa hasta hoy, se fue documentando ACÁ. ¡Para leer de punta a punta!}










































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Fotos: María Tórtora y Lucía Luna Crook / Video: Ciervo con Monóculo

publicado en Interiores


Recorrido fotográfico por una casa, contado desde la experiencia de los que la armaron y la viven.