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Hernán alquiló un departamento chiquito pero con mucha luz para vivir solo por primera vez. Ya que tenía que empezar de cero, decidió combatir la estrechez siendo sintético y preciso. Probó una paleta blanca y negra con toques de rojo, pero el resultado le hizo notar que quería algo más cálido y la modificó sobre la marcha. Sus ganas de tener determinados muebles (lo volvían loco desde siempre) fueron prioridad, y ahí fueron sus ahorros. Para lo demás ítems de su lista, se las ingeniaría. Una noche, caminando por la calle, encontró una bolsa con más de mil cuadraditos de acrílico transparente. Agarró un puñado, y el efecto que hizo la luz de la calle sobre ellos le recordó algunas obras de Julio Le Parc. Levantó la bolsa y se la llevó. |
¿Te suena esta historia? Hernán es el creador del Interiores #118, que -entre otros hits- tiene un móvil hecho con esos cuadraditos ubicado cerca de la ventana, para que la luz lo modifique todo el tiempo. Tiene dimensiones generosas, pero su transparencia hace que no invada, percibiéndose muy suavemente. Construirlo le llevó tres meses de trabajo minucioso y repetitivo.
Su contexto y variables (debut inmobiliario, el departamento y su luz, la infinita paciencia, su billetera, conocer la obra de este artista, la casualidad de caminar por esa cuadra…) hicieron un combo que difícilmente se parezca a otro.
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Mirar un sector vacío de mi casa, calcarle encima el móvil, comprar acrílico y cortarlo tal cual es una posibilidad, sí. Pero le va a faltar algo, siempre: todo esto de lo que se enriqueció el de él.