De la película Stranger than fiction.
Con muchas lámparas (algunas preciosas y otras polémicas) Ana le dió a su casa una iluminación nocturna que roza lo perfecto. ¡Queremos cenar ahí! Hay mantas floreadas sobre sillones floreados más almohadones con flores. Una biblioteca que se levanta desde un simple mueble tipo aparador, un perchero de madera que ocupa una pared de punta a punta, en la que también apoya un banco largo que aloja encima y abajo, revistas.
Poco se ve de la cocina, pero las alacenas blancas contrastando con ese color, el espejo acostado para mirarse mientras se lava, las estanterías llenas de cosas… Compramos, y en efectivo.