vCeci lleva bastante vivendo aquí con Renata, su perra. El proceso de equipar y poner lindo el lugar fue lento, pero productivo: Compras, regalos, herencias, telas nuevas, souvenirs, y muchísimo color. Y cuando la casa se iba pareciendo casi casi a la que tenía en mente, un cambio grande: Lucas, su novio, se vino a vivir con ella.
Él siempre quiso una mesa de carpintero. Un metejón. Y la convivencia tiene esas cosas… lindas: Dos de los sillones que acompañaban al violeta fueron puestos en circulación para ganar espacio. Se pusieron en campaña, y encontraron exactamente la que él imaginaba.
Hoy, seguramente, casi todo lo que vemos en las fotos está embalado. ¡En unos días se vuelven a mudar!
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«Me encanta todo lo que muestran, pero hasta que no tenga mi casa no voy a gastar(me) en decorar esta, que es transitoria«, oímos mil veces. ¿Realmente creés que no vale la pena?
Fotos: María Tórtora