Si antes de leer esto hiciste una pasada por todas las fotos, te vas a caer de cantos cuando te digamos cuántas personas viven en esta casa: Ni una, ni dos, ni cuatro. ¡Seis! Andrea y Fernando + sus hijos Delfina, Juan Cruz, Bautista y Benicio, de todas las edades. Lograron una casa preciosa y súper cuidada, pero con pruebas de ser también un lugar para potrear. ¡Aún albergando todas las cosas que Andrea vende!
No hay chances de entrar y no maravillarse con la cocina. ¡Una de las más lindas que conocimos! Desborda de ollas, luces, electrodomésticos, comida rica y cosas inútiles pero lindas, aún sin tener alacenas. Todo en estanterías metálicas y colgando de las vigas.
Continuamos abriendo los ojos:
Estantes a partir de esquíes encontrados en la calle, exhibidor de chucherías hecho con un cajón, ¡el baño!, floreritos y y portavelas en el aire, ganchos antiguos para colgar las toallas en verano. Y la araña espectacular, ¡colgando al lado de los huevos!
Fotos: María Tórtora