El corredor pintado de amarillo y repleto de plantas de la abuela conduce a más departamentos de lo que parece albergar la construcción desde la entrada. Uno de ellos es el de Marian, fotógrafa y productora.
Chiquita, colorida, muy personal y con clima de escenografía cinematográfica (así podría lucir la casa de Sofía, por ejemplo) este departamento hace lo que su dueña quiere: Siendo estrecho el ambiente destinado a la zona de estar, no dudó en armar el living dentro de su habitación y pasar el placard al comedor. Al no contar con armarios su ropa queda expuesta, pero de tal forma que hasta el alboroto resulta evidentemente decorativo. Y genial.
[Otra mirada de su casa y algunos de sus trabajos, en Alma Singer.]
Fotos: María Tórtora